El caso Sandra Kurdas es especial, no por que se trate de una pareja adinerada (aunque claro, eso es lo que le ha dado notoriedad publica), pero la razón principal no es esa, el punto central de esta historia en desarrollo es el mensaje implícito que lleva a la población, a todas esas mujeres que en estos momentos son victimas de abuso domestico.
Es especial, por que muestra sin lugar a dudas, que todo el dinero que se invierte en “Secretarias de la mujer” en “centros de atención a mujeres maltratadas” etc. no son mas que una patraña vulgar, un mercadeo de imagen de la justica Dominicana, que solo funcionan cuando el abusador es un pobre diablo sin recursos económicos, o un vulgar cantante de Dembow”
La cara de Sandra Kurdas, con esos moretones, lleva en su mirada mil caras mas de rostros anónimos, sin posibilidad de contar sus historias, aterradas en sus casas pensando que si una mujer con recursos no pudo conseguir justicia, ellas que están en una posición mucho mas vulnerable no podrán aspirar a que la ley las proteja.
La cara de Sandra Kurdas esconde esas miles de mujeres que van a la fiscalia una, dos, tres veces. No regresan una cuarta por que son asesinadas por la pareja a la que fueron a denunciar las otras tres anteriores
pues por más “Twitter” y redes sociales que los jueces usen para ser "cool" la justicia no ha cambiado, sus cimientos continúan tristemente enraizados en las influencias y el dinero, los favores obtenidos, al agradecimiento de quien me puso en esa posición laboral.
Las mujeres aparentemente tendrán que aprender a defenderse y en un juego sangriento matar primero antes de ser asesinadas.
Por que la justica es un juego donde no hay garantías, donde el pueblo no le puede pedir cuentas a quienes están impartiéndola.
Tenemos que entender y aterrizar que estamos en un país donde la justicia NUNCA ha sido ciega, todo lo contrario, ve muy bien.
Cuanta verdad has dicho!
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