“Esta es mi ciudad, Madrid ya se quedo atrás, parece que el tiempo pasa lento y mi otra vida quedo lejos. Y si esta es mi ciudad, cuna de mi sueños y si esta es mi ciudad, circuito de mi soledad.”
La Quinta Estación
Cuando se vive en un pueblo chico como Puerto Plata, la vida transcurre lenta y sosegadamente, entre conocidos, vecinos y parientes, el pueblo es una especie de gran familia donde todos se conocen y se cuidan mutuamente. Al menos así lo viví yo.
Desde niño siempre soñaba con irme a vivir a la capital y emprender el vuelo solo, estudiar, graduarme y triunfar (esto ultimo se me ha hecho un poquito difícil, (jejeje) y hacer sentir a mi familia orgullosos de mi.
Solo tengo un hermano menor, Jairo quien tenia diferentes sueños que yo (vino a la capital, pero no le gusto y se regreso) y quien se graduó de Abogado y le va muy bien, estoy muy orgulloso de mi hermano y de sus principios y honradez. Pero volviendo al tema, al graduarme mí padre se opuso a que viniera a la capital (pero en ese entonces por mi rebeldía y el afán de alcanzar mi estrella, al final accedió y vine).
La vida tan rápida e intensa de Santo Domingo al principio me deslumbro, sus grandes plazas, sus cines, en fin la vida de la ciudad y su gente.
Han pasado los años, algunas de las metas se han cumplido, otras esta en camino y otras la verdad no se si se harán realidad), he avanzado, he crecido pero por dentro uno siempre es el mismo. Pero hay cosas que echo de menos. Extraño el runruneo del mar que se escuchaba desde mi habitación por las noches, los riquis del parque, besarle la mano a mi madre, ir donde mi abuela Teresa y que me mimara y me preparara lo que me gustaba de comer, los buñuelos de doña Kandi, la librería Félix (propiedad de mi madrina) y en la que los Miércoles hacia guardia desde las tres de la tarde esperando los muñequitos que leía (Kaliman, Memin, Samurai) extraño a los ancianos ya fallecidos, los cuales me mimaban de niño y me llenaban los bolsillos de golosinas.
Extraño sus calles, Playa Dorada, el colegio San Felipe, su malecón, la puntilla, la poza del castillo, su mercado, su parque, a mis primos Eduard y Vanesa, pero sobretodo extraño al adolescente ingenuo, candido, con tantas ilusiones y fe en el mundo que se quedo allá.
Ahora cuando regreso, es como si fuera otro, como si todo lo viera desde lejos, como si fuese un extraño que se empeñara en rescatar recuerdos y aferrarse a ellos. Me siento extranjero en mi propia tierra pero a la vez la siento tan mía, es raro ese sentimiento.
A veces cuando estoy en Santo Domingo y escucho la canción de la quinta estación (esta es mi ciudad), que da pie al inicio de este articulo, la hago mía y digo si, Puerto Plata ya quedo atrás, pero a fin de cuentas, muy en el fondo se que eso es mentira, amo a Puerto Plata, es mi tierra y por mas que uno diga, la tierra en la que uno nace siempre se lleva dentro, allí están y permanecen los recuerdos primeros, quien fuiste y quien soñabas con ser.
Puerto Plata, cada día y en cada oportunidad que tengo siempre digo orgulloso que pertenezco a ti, que tu tierra es mi tierra y que algún día yo formare parte por siempre de ella.
No se, hoy me puse a pensar en las cosas que deje atrás, he ganado algunas y he perdido otras. Pero el amor hacia mi pueblo sigue aquí, latente, en cada latido que mi corazón da, ahí esta Puerto Plata.
La Quinta Estación
Cuando se vive en un pueblo chico como Puerto Plata, la vida transcurre lenta y sosegadamente, entre conocidos, vecinos y parientes, el pueblo es una especie de gran familia donde todos se conocen y se cuidan mutuamente. Al menos así lo viví yo.
Desde niño siempre soñaba con irme a vivir a la capital y emprender el vuelo solo, estudiar, graduarme y triunfar (esto ultimo se me ha hecho un poquito difícil, (jejeje) y hacer sentir a mi familia orgullosos de mi.
Solo tengo un hermano menor, Jairo quien tenia diferentes sueños que yo (vino a la capital, pero no le gusto y se regreso) y quien se graduó de Abogado y le va muy bien, estoy muy orgulloso de mi hermano y de sus principios y honradez. Pero volviendo al tema, al graduarme mí padre se opuso a que viniera a la capital (pero en ese entonces por mi rebeldía y el afán de alcanzar mi estrella, al final accedió y vine).
La vida tan rápida e intensa de Santo Domingo al principio me deslumbro, sus grandes plazas, sus cines, en fin la vida de la ciudad y su gente.
Han pasado los años, algunas de las metas se han cumplido, otras esta en camino y otras la verdad no se si se harán realidad), he avanzado, he crecido pero por dentro uno siempre es el mismo. Pero hay cosas que echo de menos. Extraño el runruneo del mar que se escuchaba desde mi habitación por las noches, los riquis del parque, besarle la mano a mi madre, ir donde mi abuela Teresa y que me mimara y me preparara lo que me gustaba de comer, los buñuelos de doña Kandi, la librería Félix (propiedad de mi madrina) y en la que los Miércoles hacia guardia desde las tres de la tarde esperando los muñequitos que leía (Kaliman, Memin, Samurai) extraño a los ancianos ya fallecidos, los cuales me mimaban de niño y me llenaban los bolsillos de golosinas.
Extraño sus calles, Playa Dorada, el colegio San Felipe, su malecón, la puntilla, la poza del castillo, su mercado, su parque, a mis primos Eduard y Vanesa, pero sobretodo extraño al adolescente ingenuo, candido, con tantas ilusiones y fe en el mundo que se quedo allá.
Ahora cuando regreso, es como si fuera otro, como si todo lo viera desde lejos, como si fuese un extraño que se empeñara en rescatar recuerdos y aferrarse a ellos. Me siento extranjero en mi propia tierra pero a la vez la siento tan mía, es raro ese sentimiento.
A veces cuando estoy en Santo Domingo y escucho la canción de la quinta estación (esta es mi ciudad), que da pie al inicio de este articulo, la hago mía y digo si, Puerto Plata ya quedo atrás, pero a fin de cuentas, muy en el fondo se que eso es mentira, amo a Puerto Plata, es mi tierra y por mas que uno diga, la tierra en la que uno nace siempre se lleva dentro, allí están y permanecen los recuerdos primeros, quien fuiste y quien soñabas con ser.
Puerto Plata, cada día y en cada oportunidad que tengo siempre digo orgulloso que pertenezco a ti, que tu tierra es mi tierra y que algún día yo formare parte por siempre de ella.
No se, hoy me puse a pensar en las cosas que deje atrás, he ganado algunas y he perdido otras. Pero el amor hacia mi pueblo sigue aquí, latente, en cada latido que mi corazón da, ahí esta Puerto Plata.
Hay cosas que dejamos atras, en forma material, pero siempre la llevamos en nuestro pensamiento y el corazon...i miss stgo, well i'll be there for xmas ;)
ResponderEliminarHay cosas que dejamos atras, en forma material, pero siempre la llevamos en nuestro pensamiento y el corazon...i miss stgo, well i'll be there for xmas ;)
ResponderEliminarNo se lo que se siente crecer en un pueblo, pues naci y me crie entre el ruido, el humo y el desorden de la ciudad; pero al parecer guardas muy bonitos recuerdos de Puerto Plata, es lo importante, que tu corazon se quede en tu tierra. Me gusto mucho el post, sigue pa' lante,
ResponderEliminarDemetrix
Por qué será que todos los seres humanos sentimos ese apego al lugar en donde nacimos, aunque sólo nos queden vagos recuerdos de aquellos lares? me he puesto a pensar en eso y no encuentro alguna respuesta contundente. Por ejemplo, alguien que se mude a NY y tenga familia y amigos allá, sigue extrañando a Santo Domingo por más arroz, habichuela y víveres que le vendan allá...Como siempre, excelente escrito y la foto también.
ResponderEliminarSaludos,
Yo extraño cosas de mi niñez, a pesar de que crecí y viví casi siempre en el mismo lugar... sin embargo si puedo extrañar muchísimo mis vacaciones de cuando era niña e iba a pasarme meses enteros en el campo. El olor a tierra mojada, la brisa, a mi abuelita que ya no está y me hace muchísima falta...
ResponderEliminarBesitos melancólicos.
La Quinta Estación es una de mis agrupaciones favoritas. La conocí justamente estando fuera de mi pais, y no en las mejores circunstancias. Y siempre que escuchaba esta canción (y El Sol no regresa) me daba esta misma sensación que a ti.
ResponderEliminarAbrazos
Un escrito muy especial, pero mas especial tu por elegirlo y compartirlo con nosotros hermanito, un beso :)
ResponderEliminarPRÍNCIPE SI ALGUNA VEZ HICIERAN UNA PELÍCULA EN LOS BELLOS PAISAJES VENEZOLANOS Y NO EN CARACAS, NUESTRA INDUSTRIA CINEMATOGRÁFICA SE LLEVARÍA A HOLLIWOOD POR LOS CACHOS.
ResponderEliminarBESOS.
PD: VOTA NEGRA EN EL MISS MAMITA BLOGUERA 2006